Descubrimos la base de la potencia de la tecnología de germinación aplicada a nuestros productos
La germinación es la etapa embrionaria de la vida vegetal. Todas las semillas están vivas, pero pueden permanecer inactivas durante años. Para salir de este letargo sólo hace falta calor y humedad. Cuando se dan estas condiciones, se activa el proceso de germinación, 100% natural, y el embrión contenido en la semilla puede comenzar a desarrollarse.
Al mismo tiempo, se incrementa el contenido de nutrientes y energía de la semilla, así como su biodisponibilidad, es decir, su capacidad de asimilación por nuestro organismo. La cuestión es utilizar la semilla precisamente en esta etapa de la vida, sin esperar a que avance porque es el momento en el que su concentración de nutrientes, vitaminas, antioxidantes… es mayor. Entonces, la planta comenzará a aprovechar esta reserva de nutrientes para crecer…
Por tanto, nuestra función es bloquear el producto en esta fase. Cuando compras uno de los productos sstopp, se ha producido con semillas frescas germinadas, que se encuentran en su máximo contenido de nutrientes.
Existe diversidad y complejidad de las semillas, así como diferencias en las características de las tecnologías que pueden ser empleadas. Los elementos clave para aumentar el rendimiento de la germinación son la calidad de la semilla y las condiciones de operación. Por ello, en sstopp, utilizamos un proceso natural, en el que las semillas que germinamos las configuramos independientemente, es decir, cada germinación está programada en función de la semilla, para obtener resultados óptimos y ofrecer a nuestros clientes los mejores productos.